Claúsulas Abusivas

¿Qué son las claúsulas abusivas?
Cláusulas abusivas: lo firmaste sin saberlo. Y ahora te están cobrando por ello.
No hace falta estudiar Derecho para entender esto:
te metieron cláusulas por la escuadra.
Sin avisarte. Sin preguntarte. Sin que tuvieras margen para decir “oye, esto no me cuadra”.
Eso es una cláusula abusiva.
Una trampa legal escrita con sonrisas, bolígrafo azul y letra pequeña.
Y lo peor es que la firmaste sin saber que te la estaban colando.
¿Qué es una cláusula abusiva?
Es esa parte del contrato que no negociaste tú, que no redactaste tú, que no entendiste del todo…
pero que te está perjudicando desde el primer día.
Porque sí, tú firmaste. Pero ellos sabían lo que hacían.
Y no hablamos de errores.
Hablamos de prácticas estudiadas para crear desequilibrios a propósito.
Para que el consumidor —tú— salga perdiendo siempre.
¿Qué dice la ley?
Que si una cláusula no se negoció contigo, no se explicó bien
y encima te perjudica claramente,
es nula. Punto. Como si nunca hubiera existido.
Y si tú no sabías esto…
Ahora lo sabes.
¿Y qué pasa con el contrato?
No se anula todo, no te preocupes.
Solo se eliminan las trampas.
El resto sigue valiendo.
Pero las partes que estaban pensadas para sacarte más de la cuenta,
desaparecen como humo en el juzgado.
¿Y cómo las detectas?
No las negociaste
Nadie te las explicó
Te hacen pagar más o asumir riesgos que la otra parte no asume
Te encuentras con condiciones que no estaban en la publicidad ni en la oferta
Si suena a injusto, probablemente lo sea.
Y si lo es, se puede reclamar.
¿Y ahora qué?
Ahora te toca moverte.
Porque esto no se arregla solo.
El banco no te va a llamar para decirte: “Oye, te pusimos una cláusula injusta, perdona, te lo devolvemos todo.”
No. Eso no va a pasar.
Pero lo que sí puede pasar es esto:
Nos contactas
Nos mandas el contrato
Lo revisamos
Reclamamos
Y recuperas lo que nunca debiste pagar
Esto no va solo de dinero.
Va de respeto.
De que te dejaron sin voz cuando firmaste algo importante.
De que te colocaron una trampa con corbata.
Y ahora puedes hacer que se coman su letra pequeña con patatas.
Si firmaste algo que no entendías del todo…
es hora de que alguien lo entienda por ti y lo ponga en su sitio.
Llámanos. Escríbenos. Pero no lo dejes.
Porque cada mes que pasa con esa cláusula activa…
es un mes que sigues perdiendo.
Tipos de claúsulas abusivas
Tipos de cláusulas abusivas: las trampas que firmaste sin saberlo
Las meten en los contratos como quien cuela una piedra en el bolsillo de alguien que ya va cuesta arriba.
Las disfrazan de condiciones normales, de letra pequeña, de “esto es así”.
Y tú, confiando. Firmando. Tragando.
Hoy te lo cuento claro:
estas son las cláusulas abusivas más comunes.
Y si tienes una en tu hipoteca, en tu préstamo o en lo que sea…
te están sangrando.
La famosa cláusula suelo
Te dijeron que tu hipoteca era variable.
Que el Euríbor bajaría, y tú pagarías menos.
Mentira.
Firmaste con una cláusula que pone un “mínimo” al tipo de interés.
Da igual si el Euríbor se arrastra por los suelos: tú sigues pagando lo mismo.
Es como pedirle al tiempo que baje la temperatura… pero tú llevas abrigo de lana.
Y no te lo puedes quitar.
¿Y lo peor? Ni te lo explicaron.
Por eso es abusiva.
Y por eso puedes reclamar todo lo que pagaste de más.
IRPH: el índice que te deja frío
En lugar del Euríbor, te pusieron el IRPH.
Con cara seria. Como si fuera lo mismo.
Spoiler: no lo es.
El IRPH es más opaco que el parabrisas empañado.
No te contaron que siempre sale más caro.
No te dijeron cómo se calcula.
Y tú, mientras tanto, pagando como si condujeras un Ferrari con sueldo de utilitario.
¿Es legal?
Solo si te lo explicaron bien.
Y en la mayoría de casos, no lo hicieron.
Vencimiento anticipado: el botón rojo del banco
Una cláusula que dice:
“Si fallas en un pago, nos quedamos con todo.”
Así, sin avisar. Sin margen.
Tú te retrasas una cuota y ellos te echan el préstamo encima con intereses, penalizaciones y cara de pocos amigos.
Esa cláusula tiene que ser clara, razonable y proporcional.
Y si no lo es,
es abusiva. Punto.
Intereses desproporcionados en préstamos personales
Te prestan 1.000€.
Y acabas pagando 3.000€.
¿Dónde está el truco?
En los intereses, las comisiones y los “gastos de gestión”.
Si el TAE supera el 25%, ya puedes sospechar.
Eso no es un préstamo.
Es una condena con fecha de cobro.
Comisiones injustificadas
Te cobran por no pagar.
Te cobran por pagar.
Te cobran por respirar.
Te cobran por intentar entender el contrato.
Muchas de esas comisiones ni aparecen explicadas.
Están ahí porque sí, y tú las pagas porque no lo sabías.
Y eso, en Derecho, se llama cláusula abusiva.
Seguros obligatorios
Te dan el préstamo… si firmas también un seguro de vida, otro de hogar y otro por si acaso.
¿Te lo ofrecieron como opción?
¿O te lo colaron como condición?
Si fue lo segundo, es abusivo.
Tú puedes contratar lo que quieras…
pero con quien tú elijas, no con quien te lo imponga el banco.
¿Y ahora qué?
Si algo de esto te suena…
Si tu contrato tiene cláusulas que no entiendes, que no recuerdas haber aceptado, que te hacen pagar más de lo que deberías…
Habla con nosotros. Ya.
Lo revisamos.
Lo reclamamos.
Y si es abusivo, lo tumbamos.
No dejes que lo “legal” sirva para robarte con papeles.
Porque lo firmaste sin saberlo.
Pero ahora puedes desfirmarlo… con una sentencia a tu favor.