Claúsulas Abusivas
¿Qué son las claúsulas abusivas?
Las cláusulas abusivas, según el Real Decreto Legislativo 1/2007 de España, son disposiciones en los contratos de adhesión que no han sido negociadas individualmente y que, en contra de la buena fe, causan un desequilibrio importante en perjuicio del consumidor. Estas claúsulas son consideradas injustas, y, por lo tanto, pueden ser declaradas nulas por los tribunales.
Esto se traduce en un trato desigual entre las partes en cuanto a sus derechos y obligaciones contractuales. Estas cláusulas pueden incluir prácticas no consentidas expresamente que afectan negativamente al consumidor. La Directiva 93/13/CEE del Consejo de la Unión Europea también define las cláusulas abusivas como aquellas que, pese a las exigencias de la buena fe, crean un desequilibrio importante entre los derechos y obligaciones de las partes.
La jurisprudencia, tanto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea como del Tribunal Supremo de España, destaca la importancia de proteger al consumidor, que frecuentemente se encuentra en una posición más vulnerable en la negociación de contratos de adhesión, donde no puede influir en las condiciones.
La presencia de cláusulas abusivas puede tener efectos perjudiciales para el consumidor, y es fundamental cumplir con ciertas obligaciones para evitar su inclusión y proteger los derechos del consumidor o adherente.
Las cláusulas abusivas que se encuentren incluidas en un contrato son consideradas nulas de pleno derecho, lo que significa que se consideran inexistentes y no tienen ningún efecto legal.
Sin embargo, las demás cláusulas del contrato que no sean abusivas conservan su validez y obligatoriedad, siempre que puedan funcionar de manera independiente de las cláusulas nulas.
Esto implica que el contrato puede sufrir una nulidad parcial, donde solo las cláusulas abusivas son eliminadas, mientras que las demás permanecen vigentes. Este enfoque se basa en el principio de conservación del negocio jurídico, que permite mantener la validez del contrato en la medida de lo posible, incluso cuando partes de él son declaradas nulas.
No todas las condiciones generales que encontramos en los contratos deben considerarse abusivas. Solo aquellas que cumplan con ciertos criterios deben ser tratadas como tales. Estos criterios incluyen que las condiciones no hayan sido negociadas individualmente y que causen un desequilibrio significativo entre los derechos y obligaciones del consumidor.
Además, es importante que el empresario cumpla con sus deberes de transparencia y protección del consumidor al proporcionar información clara, precisa, veraz y coherente antes de la celebración del contrato.
Por ejemplo, la «oferta vinculante» requiere que la información facilitada al consumidor sea coherente con las condiciones del contrato.
Tipos de claúsulas abusivas
La cláusula suelo es asociada en muchas ocasiones con gastos abusivos en hipotecas. Es una disposición contractual en los préstamos hipotecarios a tipo variable que establece un límite mínimo (suelo) al tipo de interés aplicable, independientemente de la evolución de los índices de referencia (como el Euríbor).
Esto significa que, aunque el índice de referencia baje por debajo de este mínimo, el prestatario seguirá pagando el interés mínimo estipulado por la cláusula suelo.
Características de la Cláusula Suelo:
– Límite Mínimo de Interés: Establece un tipo de interés mínimo que el prestatario debe pagar, sin importar si el índice de referencia baja por debajo de ese nivel.
– Desconexión con el Mercado: Impide que el prestatario se beneficie de las reducciones en los tipos de interés del mercado.
– Falta de Transparencia: Frecuentemente, estas cláusulas no se explican de manera clara y comprensible a los consumidores, lo que puede llevar a que no sean conscientes de su existencia y sus implicaciones.
Impacto de la Cláusula Suelo:
– Desequilibrio Contractual: Favorece a la entidad financiera en detrimento del consumidor, creando un desequilibrio significativo en los derechos y obligaciones de ambas partes.
– Falta de Beneficio en Bajadas de Tipos: En un entorno de tipos de interés bajos, el prestatario no puede beneficiarse plenamente de la reducción de los intereses.
Legalidad y Jurisprudencia:
En muchos países, especialmente en la Unión Europea, la legalidad de las cláusulas suelo ha sido cuestionada y en muchos casos declaradas abusivas por falta de transparencia. La jurisprudencia relevante incluye:
– Sentencia del Tribunal Supremo de España (2013): Declaró que las cláusulas suelo son abusivas si no se han explicado de manera clara y comprensible al consumidor. Esto llevó a la nulidad de muchas cláusulas suelo en los contratos hipotecarios y a la devolución de las cantidades pagadas en exceso.
– Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE, 2016): Confirmó que las cláusulas suelo abusivas deben ser eliminadas retroactivamente, y los bancos deben devolver todas las cantidades cobradas en exceso desde el inicio del contrato.
Reclamaciones y Derechos de los Consumidores
Los consumidores afectados por cláusulas suelo pueden tomar varias acciones:
– Revisión del Contrato: Examinar su contrato hipotecario para identificar la presencia de una cláusula suelo.
– Asesoramiento Legal: Consultar con un abogado o una asociación de consumidores para evaluar la validez de la cláusula suelo en su contrato.
– Reclamación Extrajudicial: Presentar una reclamación ante la entidad financiera solicitando la eliminación de la cláusula suelo y la devolución de los importes pagados en exceso.
– Acción Judicial: Si la reclamación extrajudicial no tiene éxito, considerar la posibilidad de llevar el caso a los tribunales.
Recomendaciones
– Información y Transparencia: Al contratar una hipoteca, es esencial leer y entender todas las cláusulas. Solicitar explicaciones claras y detalladas sobre cualquier disposición que pueda afectar los pagos, como la cláusula suelo.
– Negociación: En la medida de lo posible, negociar las condiciones del préstamo y evitar aceptar cláusulas que puedan resultar perjudiciales.
– Revisión de Contratos Existentes: Si ya se tiene una hipoteca, revisar el contrato para identificar posibles cláusulas abusivas y actuar en consecuencia.
Las cláusulas suelo han sido una fuente significativa de controversia y litigio debido a su impacto negativo en los consumidores y la falta de transparencia con la que a menudo se han implementado. Es crucial que los prestatarios estén bien informados y busquen asesoramiento legal para proteger sus derechos y evitar condiciones contractuales desfavorables.
– Cláusula IRPH, un índice de referencia de préstamos hipotecarios, ha sido objeto de controversia y litigio en España durante años. El IRPH se utilizaba como referencia para calcular los intereses de algunos préstamos hipotecarios en lugar del más común Euríbor. Sin embargo, su utilización ha sido cuestionada debido a su falta de transparencia y alegaciones de que podría ser abusivo.
El IRPH, al igual que otras cláusulas abusivas, ha sido objeto de análisis por parte de los tribunales españoles y europeos. Si bien en un principio el Tribunal Supremo español no consideraba el IRPH como abusivo, la cuestión se elevó al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para su revisión.
En una sentencia de 3 de marzo de 2020, el TJUE dictaminó que los jueces españoles deben evaluar si la cláusula IRPH es abusiva según las normas nacionales de protección al consumidor y la Directiva 93/13/CEE sobre cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores. Esta sentencia abrió la puerta a la posibilidad de que los consumidores afectados por la cláusula IRPH puedan reclamar su nulidad y la devolución de cantidades pagadas en exceso.
Como resultado de esta sentencia, se ha producido un aumento significativo en las reclamaciones de los consumidores españoles contra las entidades financieras que utilizaron el IRPH en sus préstamos hipotecarios. Los tribunales españoles están ahora analizando caso por caso para determinar si la inclusión del IRPH fue abusiva y, en su caso, ordenar la devolución de cantidades a los consumidores afectados.
La cláusula IRPH ha sido objeto de debate y litigio debido a preocupaciones sobre su transparencia y posible abusividad. La sentencia del TJUE ha abierto la posibilidad para que los consumidores afectados puedan reclamar su nulidad y la devolución de cantidades pagadas en exceso, lo que ha llevado a un aumento en las reclamaciones y a un escrutinio más detenido por parte de los tribunales españoles.
– Cláusula de vencimiento anticipado: es una disposición comúnmente incluida en los contratos de préstamos hipotecarios. Esta cláusula permite que el prestamista declare vencido el préstamo en su totalidad antes de la fecha de vencimiento establecida en el contrato si el prestatario incumple ciertas condiciones, como dejar de pagar una cuota o incurrir en otro tipo de incumplimiento.
La cláusula de vencimiento ha sido objeto de controversia y litigio debido a preocupaciones sobre su abusividad. En algunos casos, las cláusulas de vencimiento anticipado pueden ser consideradas abusivas si no cumplen con los requisitos de transparencia y equilibrio entre las partes. Por ejemplo, si las condiciones que activan el vencimiento anticipado son ambiguas o injustas para el prestatario, la cláusula podría considerarse abusiva.
En España, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha emitido sentencias que afectan a la cláusula de vencimiento anticipado en préstamos hipotecarios. En una sentencia de 26 de marzo de 2019, el TJUE determinó que los jueces españoles deben evaluar si las cláusulas de vencimiento anticipado son abusivas según la legislación nacional y la Directiva 93/13/CEE sobre cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores.
Como resultado de esta sentencia, los tribunales españoles están examinando de cerca las cláusulas de vencimiento anticipado en los préstamos hipotecarios para determinar su validez y si cumplen con los estándares de transparencia y equilibrio establecidos por la ley. En muchos casos, se ha ordenado la anulación de estas cláusulas y la devolución de cantidades pagadas en virtud de las mismas.
– Claúsulas abusivas en préstamos personales:
Los préstamos personales son una opción común para hacer frente a gastos imprevistos o financiar proyectos personales. Sin embargo, en ocasiones, los consumidores se encuentran con cláusulas abusivas en estos contratos, lo que puede acarrear problemas legales y financieros.
Es importante entender qué constituye una cláusula abusiva en un préstamo personal y cuáles son sus implicaciones.
¿Qué significa una cláusula abusiva en préstamos personales?
Una cláusula abusiva en un préstamo personal es aquella disposición que beneficia de manera desproporcionada al prestamista en perjuicio del consumidor. Estas cláusulas suelen ser poco transparentes y pueden dejar al prestatario en una situación financiera difícil. Algunos ejemplos de estas cláusulas incluyen:
– Intereses desproporcionados: Son aquellas que imponen tasas de interés excesivamente altas, lo que puede resultar en un pago mucho mayor de lo recibido inicialmente. Un interés se considera abusivo cuando supera el 25% del TAE, que incluye el tipo de interés y otras comisiones asociadas al préstamo.
– Comisiones injustificadas: Algunas cláusulas introducen cargos y comisiones que no están claramente definidos en el contrato, o imponen comisiones por impagos desproporcionadas. Esto puede ocurrir cuando no se puede realizar un pago por falta de fondos en la cuenta bancaria.
– Vencimiento anticipado injusto: Esta cláusula permite al prestamista declarar el vencimiento anticipado del préstamo por incumplimientos menores o insustanciales. El Tribunal Supremo ha establecido criterios para determinar la abusividad de esta cláusula, considerando que es injusta cuando no está vinculada a incumplimientos significativos.
– Obligación de contratar seguros adicionales: Algunas cláusulas obligan al prestatario a contratar seguros u otros productos financieros que no son esenciales para el préstamo. Aunque la entidad puede ofrecer estos productos, el consumidor debe tener la libertad de elegir con quién contratar.
En resumen, las cláusulas abusivas en préstamos personales pueden afectar negativamente a los consumidores al imponer costos injustificados o condiciones desfavorables. Es importante que los consumidores conozcan sus derechos y estén informados sobre el contenido de su contrato de préstamo para evitar situaciones abusivas.
Claúsulas abusivas dentro del préstamo hipotecario
Hablemos sobre una claúsula abusiva común dentro de los préstamos hipotecarios, centrándonos en los gastos asociados:
Los gastos hipotecarios incluyen todos los costos necesarios para formalizar la escritura de la hipoteca y registrarla en el Registro de la Propiedad, así como los impuestos asociados. Una cláusula comúnmente discutida es aquella que carga al consumidor con todos estos gastos.
El Tribunal Supremo ha establecido que los gastos notariales, necesarios para formalizar la escritura, deben dividirse equitativamente entre el prestamista y el prestatario, ya que ambas partes se benefician de la intervención notarial. Lo mismo se aplica a los gastos derivados de modificar el préstamo hipotecario.
Sin embargo, los gastos de cancelación de la hipoteca se consideran responsabilidad exclusiva del prestatario, ya que solo él tiene interés en esa acción. Por otro lado, los gastos registrales asociados a la inscripción de la garantía hipotecaria son responsabilidad del prestamista, mientras que los gastos de cancelación corresponden al prestatario, ya que es quien se beneficia de esta acción.
En cuanto a los gastos de gestoría administrativa, la falta de regulación específica ha llevado al Tribunal Supremo a dictaminar que deben dividirse equitativamente entre ambas partes, dado que el servicio se presta en beneficio de ambas.
Hablemos sobre las comisiones comunes en los préstamos hipotecarios, según lo establecido por la Orden Ministerial EHA 2899/2011.
Esta orden indica que las comisiones cobradas por los servicios bancarios deben ser acordadas entre el cliente y la entidad bancaria, y solo pueden aplicarse si el cliente las solicita expresamente y si corresponden a servicios efectivamente prestados.
Una comisión que ha sido objeto de debate es la comisión de apertura.
El Tribunal Supremo recientemente se pronunció sobre su validez, concluyendo que esta comisión forma parte del precio del préstamo y no puede considerarse abusiva.
Otra comisión controvertida es la de reclamación de posiciones deudoras vencidas. Los tribunales han declarado su nulidad, ya que no corresponde a un servicio efectivamente prestado por el banco al cliente, como exige la orden ministerial mencionada anteriormente.
En cuanto a los intereses de demora, el Tribunal Supremo ha establecido que los intereses de demora excesivos, es decir, aquellos que superen dos puntos porcentuales respecto al interés remuneratorio, son abusivos. Esto significa que el banco no puede cobrar un interés de demora que supere este límite.
Otro tema importante es el Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios (IRPH). Aunque el Tribunal Supremo consideró que no era abusivo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea aún no ha emitido un dictamen definitivo. Sin embargo, la Comisión Europea ha sugerido que el IRPH puede considerarse abusivo debido a su falta de transparencia.
Por último, la cláusula suelo ha sido objeto de numerosas controversias. Aunque no es intrínsecamente abusiva, su falta de transparencia y la ausencia de una cláusula techo han llevado a que muchas de estas cláusulas sean consideradas abusivas por los tribunales.
La presencia de una cláusula suelo se puede verificar en la escritura del préstamo, donde se establece un interés mínimo que no puede ser inferior a cierto porcentaje.
En resumen, existen diversas cláusulas abusivas en los préstamos hipotecarios, y muchas de ellas han sido objeto de disputas judiciales. El Gobierno ha anunciado medidas para evitar la inclusión de estas cláusulas y fortalecer la protección de los consumidores.
¿Quién puede reclamar una claúsula abusiva?
Cualquier individuo que haya suscrito un préstamo hipotecario tiene el derecho de impugnar las cláusulas abusivas que puedan estar presentes en su contrato, pero es esencial contar con el asesoramiento de un abogado especializado para llevar a cabo esta tarea. El abogado examinará detenidamente el documento hipotecario para evaluar varios aspectos importantes:
Primero, identificará qué cláusulas podrían ser consideradas abusivas de acuerdo con la legislación vigente y la jurisprudencia relevante.
Luego, analizará el impacto económico que tendría la anulación de estas cláusulas en el préstamo hipotecario del cliente. Esto implica calcular las posibles cantidades a devolver por parte del banco y cómo afectaría esto a la situación financiera del prestatario.
Además, el abogado evaluará si existe algún incumplimiento por parte del cliente en el pago de la hipoteca y si el banco está llevando a cabo acciones de reclamación de pagos, ya sea a través de procesos judiciales o extrajudiciales.
En caso afirmativo, determinará si es posible plantear la solicitud de nulidad de las cláusulas abusivas dentro de este proceso o si se puede negociar con el banco para compensar y/o reducir la deuda pendiente con las cantidades que el banco tendría que reembolsar al cliente en caso de que se declare la presencia de cláusulas abusivas.
En resumen, el abogado especializado ayudará al cliente a comprender sus derechos, evaluar las implicaciones financieras y legales de impugnar las cláusulas abusivas, y determinar la mejor estrategia para proteger sus intereses en función de su situación específica.
Las cláusulas abusivas en contratos de préstamos hipotecarios son un tema candente en el ámbito legal.
Pero, ¿ En qué consisten realmente estas claúsulas y cómo podemos actuar ante ellas?
¿Cómo Reclamar una claúsula abusiva?
Para reclamar una cláusula abusiva, el primer paso es iniciar un proceso de reclamación extrajudicial ante el Servicio de Atención al Cliente de la entidad bancaria correspondiente.
En esta reclamación, debes solicitar la eliminación de la cláusula abusiva y la devolución de cualquier cantidad económica que te haya sido cobrada indebidamente, además de los intereses legales correspondientes.
Si la entidad bancaria rechaza tu reclamación o no responde dentro del plazo establecido, tienes la opción de recurrir a la vía judicial. Sin embargo, antes de tomar esta medida, es fundamental evaluar la importancia económica de la cláusula en cuestión, así como tu situación financiera en relación con el préstamo hipotecario.
De esta manera, podrás diseñar la estrategia legal más adecuada para lograr la nulidad de la cláusula abusiva, teniendo en cuenta el tipo de procedimiento al que te enfrentas.
Es importante contar con asesoramiento legal especializado para guiar este proceso de reclamación de manera efectiva.
Cualquier titular de un préstamo hipotecario con cláusulas abusivas puede reclamar. Sin embargo, es importante evaluar si la reclamación es viable y si compensa hacerlo.
Costes y Posibilidades de Éxito: Los costes de reclamar una cláusula abusiva varían según el caso. Hay que evaluar todas y cada una de las situaciones para poder proporcionar una orientación adecuada.
Las posibilidades de éxito dependerán de varios factores, incluyendo si la cláusula ha sido previamente declarada abusiva por el Tribunal Supremo.
Las cláusulas abusivas, como la comisión de apertura, la cláusula suelo, los gastos asociados, el vencimiento anticipado, los intereses de demora, entre otras, requieren una evaluación precisa en cada caso.
Es esencial examinar la jurisprudencia relevante, determinar las posibles cantidades a reembolsar, y considerar si la entidad bancaria está dispuesta a resolver la situación de manera extrajudicial o si será necesario recurrir a la vía judicial. Después de analizar todas estas variables, se puede evaluar las posibilidades de éxito específicas para tu caso.
Si bien es cierto que en muchos casos se obtienen sentencias favorables en los procedimientos de reclamación de cláusulas abusivas, debido a la abundante jurisprudencia existente, no se puede garantizar que todas las cláusulas abusivas en todos los préstamos sean anulables ni que se tenga una alta probabilidad de éxito en el litigio.
Cada préstamo hipotecario tiene sus propias condiciones y repercusiones económicas, y los objetivos de cada prestatario pueden ser diferentes.
Por ejemplo, la estrategia legal a seguir puede variar significativamente dependiendo de factores como si la propiedad hipotecada es una vivienda habitual, una segunda residencia o un local comercial, así como si el tipo de interés del préstamo es fijo o variable, si está vinculado al Euribor o al IRPH, entre otros aspectos relevantes que un abogado especializado en derecho bancario debe analizar minuciosamente.
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