Ley de la Segunda Oportunidad
¿Qué es la Ley de Segunda Oportunidad?
¿Estás hasta el cuello de deudas y no ves salida?
Pues escucha esto con atención porque la Ley de Segunda Oportunidad no es magia… pero casi.
Es una ley real. Está en el BOE, no en un cuento.
Y si la usas bien, te puede borrar las deudas como si nunca hubieran existido.
¿Autónomo, particular, metido hasta las cejas?
¿Pagando intereses sobre intereses y viviendo con el miedo llamando a la puerta?
Pues que sepas que hay forma legal de decirle adiós a todo eso.
Sí, legal.
Ni trampas, ni milagros, ni atajos raros.
Solo un procedimiento que existe para darte lo que muchos no te han dado:
una maldita segunda oportunidad.
Reestructurar, negociar, cancelar.
Todo con un abogado que sepa lo que hace. Uno que hable tu idioma, no en latín.
Porque no estás para tecnicismos, estás para soluciones.
Y aquí no se trata solo de salvarte el cuello.
Se trata de devolverte la vida.
Tu vida personal.
Tu vida profesional.
Tus ganas de volver a empezar sin la losa del pasado machacándote la espalda.
Escríbenos.
Llámanos.
Ven.
Haz lo que quieras, pero no sigas solo con esa mochila de deudas al hombro.
Ya va siendo hora de soltarla.
¿Quién se puede acoger a la Ley de la Segunda Oportunidad?
La pregunta no es si puedes.
La pregunta es: ¿vas a seguir arrastrando tus deudas o vas a empezar de cero de una vez?
Esto no es solo para unos pocos elegidos.
Esto es para gente de carne y hueso. Como tú.
Si has perdido el trabajo y te han caído encima las facturas como una avalancha…
Si tu negocio va cuesta abajo y cada día es más difícil mirar al banco a la cara…
Si tus ingresos no dan ni para cubrir lo básico, y ya no sabes a qué santo rezarle…
Si te han fundido con tarjetas, préstamos, letras y ni un solo activo para responder…
Si estás dispuesto a pelear por tener una vida sin cadenas…
Entonces sí.
Esta ley es para ti.
Y no, no tienes que saber de leyes. Para eso estamos nosotros.
Lo que necesitas es algo mucho más difícil de encontrar hoy en día:
alguien que te escuche, te entienda y sepa cómo sacarte del agujero.
Esto no va de milagros.
Va de tener el valor de pedir ayuda y la inteligencia de hacerlo con quien sabe.
Porque las deudas te pueden hundir…
O pueden ser el principio de una historia nueva.
¿Cómo iniciar el proceso de solicitud de la Ley de Segunda Oportunidad?
Pues empieza por aquí.
No necesitas promesas.
Necesitas soluciones.
Y para eso, hay que hacer las cosas bien. Desde el principio. Sin florituras.
¿Cómo arrancas el proceso?
Muy fácil: nos llamas.
Nos cuentas lo que está pasando.
Y nosotros, que ya lo hemos hecho mil veces, te decimos si puedes acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad. Sin compromiso. Sin rodeos.
Aquí no vas a encontrar discursos legales eternos.
Vas a encontrar abogados que te miran a la cara, te escuchan, y se remangan contigo.
¿Quién puede acogerse a la Ley?
Si tienes deudas que te comen vivo.
Si trabajas, no trabajas, estás por cuenta ajena, propia o en paro.
Si eres autónomo, empresario, o simplemente una persona que ha tenido mala suerte o te han metido en un pozo financiero…
Sí, puedes acogerte.
Pero hay requisitos:
Tener más de un acreedor privado (el banco, una financiera, Hacienda, Seguridad Social…).
Ser insolvente de verdad (o sea, no poder pagar).
No tener antecedentes por delitos económicos.
Tener ganas reales de hacer las cosas bien.
Y si te preguntas si tú entras… lo hablamos. Te escuchamos y te lo decimos claro.
¿Cómo funciona todo esto?
Paso a paso. Con orden. Sin improvisar:
Te escuchamos. Evaluamos tu situación.
Recopilamos todo lo necesario (sí, casi todo se puede pedir online).
Presentamos tu caso ante el juez.
Aquí empieza el proceso judicial. Te declaras insolvente, y el tribunal lo estudia.Se plantea un plan de pagos (si tienes bienes) o se liquida todo (si no).
Y si no hay nada, se pide directamente la cancelación total.Y lo más importante: pedimos que se borren tus deudas para siempre.
Legal, firme, por sentencia. Se llama EPI.
Exoneración del Pasivo Insatisfecho.
Cambios importantes tras la reforma
Desde 2022 ya no hace falta pasar por una fase extrajudicial.
Todo va directo por vía judicial. Más rápido, más claro.
Y los Juzgados Mercantiles lo gestionan directamente, con menos atasco.
Puedes incluso cancelar parte de la deuda pública (hasta 10.000 € por institución).
Y ahora tu casa habitual está más protegida que nunca.
¿Qué ganas con todo esto?
Cancelas tus deudas privadas y parte de las públicas.
Te quitas de encima ficheros de morosos.
Puedes volver a tener tarjeta, cuenta bancaria, respiro.
Puedes conservar tu vivienda.
Recuperas tu vida.
¿Qué tener en cuenta?
No todo se borra.
No todo es inmediato.
Y sí, hay costes: abogados, procuradores, administradores concursales.
Pero si haces números, lo caro es seguir como estás.
En resumen:
No estás solo.
No estás loco.
Y sí, hay salida.
Lo que necesitas es tomar una decisión:
O quedarte como estás.
Tú decides.
Nosotros estamos aquí para cuando digas basta.
La Ley de segunda oportunidad e hipotecas
La Ley de Segunda Oportunidad también habla de hipotecas.
Y lo hace claro:
Si no puedes pagar, hay formas de renegociar, de respirar, de no perderlo todo.
¿Qué se puede hacer?
Renegociar.
Hablar con el banco —sí, con ayuda de alguien que sepa— y lograr que te den oxígeno.
Más plazo. Menos interés. Otra oportunidad.
Plan de pagos realista.
Uno que puedas pagar sin que se te vaya la vida en ello.
Porque pagar no es vivir para la deuda. Es encontrar equilibrio.
Exoneración.
Si no puedes con ello, también existe la posibilidad de que te liberes de esa deuda.
Así, tal cual.
Se llama exoneración, y cuando se hace bien, se firma y se acabó.
¿Y la casa?
Pues en muchos casos, sí: puedes conservar tu vivienda habitual.
Negociamos, defendemos, y peleamos para que el banco no se quede con ella.
Lo importante es que sepas esto:
Si la hipoteca te está ahogando, no estás solo.
Y no, no todo está perdido.
Lo que necesitas es alguien que sepa cómo hacer que esa Ley te proteja.
Alguien que entienda de papeles, pero también de personas.
Y que sepa que una casa no es solo ladrillo: es tu vida, tu historia, tu refugio.
Pero no te rindas antes de saber todo lo que se puede hacer.
¿Es fiable la Ley de Segunda Oportunidad?
Pues mira, te lo digo rápido:
Sí. Y es legal. Y es seria. Y está hecha para ti.
No es un truco raro ni una promesa en letras pequeñas.
Es una ley escrita, firmada, publicada, respaldada por el BOE y por jueces con toga.
Y cuando se hace bien, borra tus deudas de una vez por todas.
¿Por qué puedes confiar en ella?
Porque tiene base legal sólida.
No es humo. No es “a ver si cuela”. Está recogida en el sistema jurídico español.
No hay improvisación. Hay artículos, procedimientos, reglas claras.
Porque el proceso está bien atado.
No vas al tuntún.
Aquí hay pasos.
Renegociación, plan de pagos o cancelación total.
Y no se mueve una coma sin que tú lo sepas.
Porque protege al que lo necesita.
Sí, a ti.
Al que no duerme por las deudas.
Al que ya ha pagado más de lo que debe.
La ley pone freno a los abusos. Porque no todo vale, ni aunque debas.
Porque los requisitos son claros.
No hay trampas ni jueguecitos.
O cumples… o no. Pero si cumples, te toca empezar de cero con todo el respaldo legal detrás.
Así que sí: puedes fiarte.
La Ley no es el problema.
El problema es seguir dudando mientras las deudas te comen vivo.
Y si quieres hacerlo bien, hazlo con quien sabe.
Nosotros no vendemos esperanza.
Damos resultados.
Bloqueo de cuentas bancarias y Ley de segunda oportunidad
¿Te han bloqueado la cuenta bancaria?
¿Te han dejado con 3 euros y un correo del banco que ni entiendes?
¿No puedes ni sacar para el pan mientras tus deudas se pasean por tu vida como Pedro por su casa?
Tranquilo. No estás solo. Y sí, hay solución.
La Ley de Segunda Oportunidad también sirve para esto.
Para que puedas respirar. Para que no tengas que esconderte de tu propio banco.
Y para que no te quedes sin un duro por culpa de un embargo maldito.
¿Qué pasa con tu cuenta cuando entras en este proceso?
Primero, se activa el procedimiento.
Y cuando eso ocurre, se pueden parar los embargos en seco.
Sí, como lo oyes: paralización de ejecuciones, embargos y bloqueos.
El juez puede dictar medidas cautelares, y eso incluye:
Desbloquear tu cuenta.
Para que comas, pagues la luz, te muevas.
Para que vivas, básicamente.
En medio del proceso se negocia. Y dentro de esa negociación,
se puede acordar que te devuelvan el acceso a tus fondos.
Porque, ¿de qué sirve negociar si no puedes ni llenar la nevera?
Y si todo va bien, al final:
Se cancelan las deudas.
Se levanta todo lo que esté bloqueado.
Y vuelves a tener el control de tu dinero.
¿Cómo lo haces? Paso a paso y con quien sabe.
Hablas con nosotros.
No con tu cuñado ni con Google. Con abogados que ya han desbloqueado muchas cuentas antes de la tuya.Presentamos la solicitud.
Formal, bien hecha, sin errores. Pidiendo el desbloqueo y poniendo la ley a trabajar a tu favor.Demostramos que no puedes más.
Con papeles, sí. Pero también con estrategia. Porque esto no es solo llenar formularios, es saber cómo se juega.Negociamos con los acreedores.
Para que dejen de apretar, y empiecen a ceder.El juez decide.
Y si todo está bien hecho, la cuenta vuelve a ser tuya. Y las deudas, historia.
Así que sí: la Ley de Segunda Oportunidad también puede quitarte el candado del banco.
Pero no se hace solo.
Ni con miedo.
Ni con una plantilla de Internet.
Se hace con alguien que te acompañe. Que pelee por ti. Que sepa dónde tocar.
Porque lo primero que hay que desbloquear… es tu decisión de salir de esta.
¿Cuál es el precio o coste de la Ley de Segunda Oportunidad?
Te lo digo claro: menos que seguir con las deudas toda tu vida.
Porque sí, tiene un precio.
Pero más caro es despertarte cada mañana con llamadas del banco, avisos de embargo y esa sensación de que no puedes más.
¿En qué se va el dinero?
En abogados que saben lo que hacen.
No te vale cualquiera. Esto no es cambiar la tarifa del móvil.
Aquí necesitas alguien que sepa defenderte en serio.
Y sí, lo bueno se paga. Pero también se nota.
En mediadores concursales.
Gente que negocia con los acreedores, que pone orden en el caos.
Y su trabajo tiene tarifas reguladas, no te lo inventas tú ni ellos.
En tasas judiciales.
A veces hay, a veces no. Si estás en una situación chunga, muchas veces se te eximen.
Pero si las hay, hay que contarlas.
En papeleo.
Notarías, registros, informes, certificados, etc.
Todo ese papeleo legal que no se ve pero que marca la diferencia entre salir bien o salir escaldado.
En peritos si hace falta.
¿Tienes propiedades? ¿Negocio? ¿Bienes que valorar?
Pues igual entra un experto. Porque si jugamos, jugamos bien. Con todos los papeles en regla.
¿Y de qué depende lo que pagas?
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Si tienes 2 acreedores o 20.
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Si hay bienes o no.
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Si el caso es simple o un laberinto con sorpresas.
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Y del tiempo que dure todo esto, que puede ir rápido… o no tanto.
¿Y si no tienes ni para empezar?
Entonces pregunta por asistencia jurídica gratuita.
Sí, existe. Si estás realmente en la ruina (legalmente hablando), hay opciones para que no te cueste ni un euro.
¿Vale la pena pagar por todo esto?
Solo tú lo puedes decidir.
Pero si el resultado es:
Dormir tranquilo
Dejar de mirar el buzón con miedo
Volver a empezar sin cadenas
Recuperar el control de tu vida
Entonces… ¿cuánto vale?
Te decimos lo que cuesta TU caso. Nada de “desde” ni letra pequeña.
Con honestidad y con un plan.
Porque esto no es un gasto.
Es tu vuelta al ruedo.
Nuestra ventaja competitiva
- Especialización
- Enfoque centrado en el cliente
- Costes competitivos