Te están sangrando con tu tarjeta… y ni siquiera lo sabías.

¿Te suena esto?
Pagas. Pagas. Vuelves a pagar.
Y el saldo… sigue igual o peor.

Eso es una tarjeta revolving.
Una trampa con sonrisa de crédito flexible.
Un contrato con letra pequeña que parece un regalo y acaba siendo una ruina.

Si te han metido ahí, no estás solo.
Y sí, se puede salir.

 ¿Qué demonios es una tarjeta revolving?

Es una tarjeta de crédito que te deja pagar poco… y deber mucho.
Parece cómoda, pero es como una bola de nieve: empieza suave y te arrolla sin avisar.

Pagas un mínimo al mes.
Mientras tanto, los intereses se acumulan.
Y sin darte cuenta, una compra de 900€ te ha costado 2.900€.
Literalmente. Así de salvaje.

 ¿Cómo saber si tienes una?

Muy fácil:
Mira tu extracto.
Si el T.A.E. es del 20% o más, estás dentro del saco.

Te han vendido una tarjeta “para ayudarte” y lo que tienes es una máquina de generar deuda.

 ¿Y qué puedes hacer?

Reclamar.
Sí, reclamar.
Y recuperar lo que es tuyo.

Puedes anular el contrato.
Puedes recuperar los intereses que has pagado de más.
Y puedes mandar a paseo esas cláusulas abusivas que te tienen en bucle.

Porque esto no es un fallo tuyo.
Esto es un sistema montado para que pierdas tú y ganen ellos.

 ¿Y qué dice la ley?

Desde 2021 hay normas nuevas, sí.
Pero la banca aún se hace la loca.
Siguen vendiendo lo mismo con otro envoltorio.

La buena noticia:
Si tu contrato es anterior a esa fecha o tiene intereses bestiales, podemos tumbarlo.

 ¿Cómo lo hacemos?

Con abogados que ya se saben este juego de memoria.
Con experiencia. Con sentencias ganadas.
Y con una cosa clara: si te han sacado el dinero con trampas, vas a recuperarlo.

Tú solo tienes que hacer una cosa: contactar.
Nosotros lo peleamos.

 No lo pienses más.

Cada día que pasa, pagas más.
Y ellos encantados.

Pero si nos escribes hoy, empezamos a darle la vuelta a la tortilla.
Sin promesas vacías. Sin tecnicismos.
Con resultados.

 Ven a vernos a Madrid o Fuenlabrada.

Llámanos.
Escríbenos.

Pero no te quedes quieto mientras te vacían el bolsillo.

Las tarjetas revolving se anulan.

Los intereses se recuperan.

Y tu libertad financiera está a un clic

Hazlo ahora. Porque cuanto más tardes… más les das.